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4.2.05

Las primeras conclusiones

EL PP CONFÍA EN QUE EL TOMA Y DACA POLÍTICO OCULTE SU RESPONSABILIDAD Y LE PERMITA SALIR ILESO DE LA COMISIÓN

Pase lo que pase, el Partido Popular no va a consentir que el Parlamento investigue en serio la actuación del Gobierno gallego durante los turbulentos días que siguieron a la llamada de socorro del capitán del Prestige. Ni siquiera el bochorno de haber sido desautorizados nada menos que por el Tribunal Constitucional —que hace semanas dio la razón a la oposición y obligó a reabrir la comisión de investigación cerrada en falso en su día por los conservadores gallegos— ha sido capaz de provocar un cambio. Más bien al contrario: lejos de ruborizarse, el PP se ha aplicado a fondo en el diseño de una nueva comisión en la que todo sea posible, salvo la investigación de la que debía ocuparse. La imposibilidad de interrogar a los comparecientes siguiendo el modelo utilizado en Madrid en la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo, una decisión impuesta unilateralmente por el Partido Popular, convertirá la comisión del Prestige en una exposición monocorde de puntos de vista huecos, un toma y daca político gracias al cual el PP espera escapar ileso de los hechos y hacer que el ruido de la refriega política y electoral oculte su responsabilidad en la crisis medioambiental e institucional provocada por la falta de reacción de los poderes públicos ante una catástrofe sin precedentes. No obstante, su empeño en impedir que sepamos, da pie a sacar las primeras conclusiones. Quien teme a la verdad no tiene la conciencia tranquila...