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3.4.05

La manipulación

PRETENDE FRAGA QUE LOS JÓVENES QUE PROTESTARON POR EL ‘PRESTIGE’ FUERON MANIPULADOS POR SUS PROFESORES

La reforma educativa que impulsa el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (entre otras cosas como consecuencia del mandato que el PSOE recibió de los electores) ha servido al presidente de la Xunta para renovar una de esas tesis conspirativas que tanto gustan a la derecha española y que en estos tiempos de indigencia moral algunos medios de comunicación están convirtiendo en materia de atención informativa más allá de cualquier consideración deontológica. Pretende Manuel Fraga que la movilización de jóvenes estudiantes de secundaria durante los oscuros días de la catástrofe del Prestige nada tuvo de espontáneo. Más bien al contrario, aseguró esta semana, fue el producto de una manipulación organizada por los profesores al amparo de un sistema que les permite condicionar la voluntad de unos jóvenes que, si el razonamiento presidencial fuese acertado, no serían más que meros instrumentos acríticos de las intenciones políticas de otros. Este punto de vista —el mismo que pretende retratar las movilizaciones contra la guerra o las manifestaciones del 13-M como el resultado de una actuación planificada desde los despachos— revela a la perfección uno de los principales lastres de la derecha española: la profunda desconfianza que sus líderes siguen teniendo hacia una sociedad en la que, acostumbrados a ser los titiriteros que mueven los hilos, no son capaces de imaginar la existencia de ciudadanos libres y capaces de autoorganizarse.